Una central moderna de carbón ultra-supercrítico puede alcanzar rendimientos eléctricos superiores al 42% y, cuando funciona con cogeneración, puede superar el 90%. Las plantas USC utilizan parámetros de vapor principal de 650°C o más, a presiones de 275 a 320 bar. Dependiendo del diseño, queman hulla o lignito. También hay diseños especiales para carbón poco volátil. En la mayoría de los casos se utilizan quemadores de combustible pulverizado de bajo NOx, además de una combustión por etapas con aire secundario y sobre combustión. El SCR, el ESP y el FGD eliminan más NOx, partículas y SOx de los gases de combustión. Los procesos modernos se diseñan con un ciclo Rankine de doble calentamiento y posteriormente utilizan una turbina de vapor de presión múltiple. El calor del vapor aprovechado puede utilizarse además en la cogeneración. El condensado recogido se des-gasifica, se pre-calienta para presurizarse de nuevo hasta 350 bares mediante bombas de agua de alimentación de alta presión para crear más vapor.

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